Las deudas son la mayor preocupación de las personas y más cuando hablamos de finanzas personales y administradores del hogar.
En Honduras, solo en bancos y financieras hay más de 200,000 personas que presentan calificación crediticia negativa por atrasos o incumplimiento de pago, según la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS). Una cantidad similar o más alta puede haber entre casas comerciales, cooperativas e institutos de previsión.
El 40% de los trabajadores, públicos y privados, tienen deudas que les absorben desde el 60% hasta el 100% de su salario mensual, indica la Secretaría de Trabajo.
En este momento veo una oportunidad para dar un respiro al bolsillo con la Ley de Alivio de Deudas que entró en vigencia recientemente. Miles de personas ya están acudiendo a las instituciones financieras para negociar tasas de interés más bajas y plazos más largos. Con esto pueden reducir la cuota que pagan mensualmente y tener un ¨dinerito¨ extra disponible.
Ley de Alivio de Deudas
Pero como consejera financiera considero que no hay soluciones mágicas y tampoco el alivio de la deuda es toda la solución ¿Por qué? Principalmente porque muchas veces nos liberamos de unas deudas, pero volvemos a caer en otras.
Por otra parte, y como digo siempre, hay personas que están hasta el ¨cuello¨ porque no viven su propia realidad, no monitorean sus finanzas, no se asesoran, no modifican sus hábitos y tampoco buscan obtener ingresos extras.
En este punto es cuando creo que se debe despertar la inteligencia financiera. Reconocer que se está endeudado e Iniciar a poner en orden nuestras finanzas ¿Cómo? Primero creando un presupuesto, procurar el ahorro y evitar los gastos innecesarios.
Porque si las deudas son la mayor preocupación. ¿Por qué no pensamos en cómo evitarnos esa preocupación con decisiones más acertadas?